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martes, 21 de enero de 2014

LECTURA 2. Trastornos de la personalidad




Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados.  Es estable y de larga duración y se puede descubrir que su inicio se remota al menos en la adolescencia o al principio de la edad adulta

Grupo A:  Raros y Excéntricos
Paranoide: son generalmente fríos, distantes en sus relaciones; proyectan sus propios conflictos y hostilidades hacia los otros. En actos triviales encuentran intenciones malévolas, tienden actuar de manera violenta y agresiva.
Esquizoide: son personas emocionalmente frías además son socialmente distantes. introvertidos, ensimismados  solitarios.  Es un patrón de desconexión de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional. Aplanamiento afectivo, restricción social, no tiene y no le interesa tener contacto con los demás.
Esquizotípica: comportamiento poco común ante los otros, se encuentran social y emocionalmente aisladas. Es un patrón de malestar intenso, en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentridades del comportamiento. Restricción social, alteraciones en la  percepción pero se da cuenta de ello, no tiene pero si le interesa el vínculo con los demás

Grupo B: Dramáticos, Impulsivos, Emotivos
Histriónica: Buscan el contacto físico, mostrándose de una manera sexual,  sus comportamientos seductores a menudo encubren su deseo de dependencia y de protección, buscan la forma de llamar la atención. Sus maneras vivamente expresivas  tienen como resultado el poder establecer relaciones con facilidad pero de un modo superficial. Dramatizan los actos, emociones y situaciones. Es capaz de hacer cualquier cosa, con tal de tener la atención. Es sugestionable y considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
Narcisista: superioridad, egocentrista, superficiales, buscan ser los mejores en todo, el centro de atención pero no siendo ridiculizados, una creencia exagerada de su propio valor o importancia, con frecuencia  envidian a otros o sospechan que otros los envidian, explotación a otros, en relación a su grandiosidad,  sienten que merecen que sus necesidades sean satisfechas sin demora es por ello que explotan a otros, cuyas necesidades son consideradas menos importantes; carece de empatía. Son extremadamente sensibles al fracaso, a la derrota, a la crítica, buscan admiración de una manera tangible y comprobable. 
Antisocial: Tienen dificultades para apegarse a las normas de convicción social, muestran desprecio insensible por los derechos y sentimientos de los demás. Expresan sus conflictos de una manera impulsiva e irresponsable, explotan a otros  para obtener beneficio material o gratificación personal, toleran mal la frustración,  hay una trasgresión a la ley y de hecho lo disfruta, sus relaciones están llenas de deshonestidades y engaños. A pesar de su comportamiento no sienten remordimiento o culpabilidad, más bien, lo racionalizan y culpan a otros.
Límite: Son aquellas personas que ponen en riesgo su vida, inestables en la percepción de su propia imagen, en su humor, en su comportamiento y en sus relaciones interpersonales.  Han sido a menudo privadas de los cuidados necesarios durante la niñez consecuentemente se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados. Con frecuencia muestran una cólera inapropiada e intensa, acompañada por cambios extremos en su visión del mundo, de sí mismas y de otras. Si se sienten abandonadas y solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen (esto es, no se sienten reales).
Grupo C: Ansiosos y Temerosos
Evitadora: Tratan de no inmiscuirse en situaciones penosas, tienen un fuerte deseo de recibir afecto, de ser aceptadas; sin embargo se presentan tímidas y retraídas. Sufren abiertamente por su aislamiento, falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los otros, son sensibles al rechazo y tienen miedo a la crítica.   Temor al rechazo social, es un patrón de inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
Dependiente: individuos con una necesidad de ser protegidos, cuidados, guiados en sus decisiones, emocionalmente siempre buscan a alguien que los mande, se muestran serviciales a punto de ser sumisos y pegajosos. Son reacias a expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen perder a la gente que necesitan,  las personas con otros trastornos de personalidad frecuentemente presentan aspectos de la personalidad dependiente, pero estos signos quedan generalmente encubiertos por la predominancia del otro trastorno.
Obsesiva compulsiva: Temor a fallar, individuos preocupados por el orden, limpieza, son formales, fiables y gustan de controlar su medio. Tienden enfocarse a cuestiones intelectuales, se apegan de manera concreta y rígida a un método. A menudo no se pueden adaptar a los cambios. Toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden llegar a completar sus tareas. Incapacidad para tirar objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor sentimental, es reacio en delegar tareas a otros, (a solo que estos se sometan a su manera de hacer las cosas), adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás, el dinero se considera que es algo que hay que acumular en vistas de catástrofes futuras. 

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